En las montañas de Pijao, Quindío, la finca Jardines del Edén cultiva con maestría una de las variedades más icónicas del mundo: el SL28. Cosechado con una rigurosa selección de cerezas maduras y fermentado durante 30 horas bajo agua, este lote lavado revela una expresión vibrante y precisa del terroir andino. Originario de Kenia y poco común en Colombia, el SL28 ha encontrado en Jardines del Edén un nuevo hogar, donde florece con una dulzura limpia, acidez brillante y una elegancia que cautiva desde el primer sorbo.
